Todos conocemos la importancia de la comunicación como elemento clave en cada situación de enseñanza-aprendizaje. Por ello, en una instancia de formación a distancia/semipresencial, existe un actor que es fundamental para la comunicación, seguimiento, orientación y motivación del participante de la capacitación. Estamos hablando del rol del tutor e-Learning.

Si bien existen diferentes tipos de tutores, desde una mirada generalista, lo definiremos como aquél que busca, a través de sus intervenciones, favorecer la construcción y reconstrucción de los saberes tratados a lo largo de la capacitación, poniendo en duda, cuestionando, y validando a través de su participación activa.

Tradicionalmente, la tutoría sugerida para estas instancias formativas, implica la presencia de un actor protagonista que esté conectado con un grupo de alumnos permanentemente a través de diferentes canales de comunicación ya sean sincrónicos o a- sincrónicos (correo electrónico, redes sociales, chat, foro, teléfono, conferencias y aulas virtuales etc.).

Una de las funciones más importante que debe ejecutar un buen tutor al conectarse con los participantes, consiste en la motivación ante las dificultades que le puedan surgir.

Sus tareas principales pueden resumirse en el siguiente punteo:
  • Ofrecer fuentes de información alternativas.
  • Realizar devoluciones descriptivas, cualitativas y analíticas acerca de cada producción realizada.
  • Promover la realización de actividades, como así apoyar su resolución y brindar devoluciones cualitativas de cada una.
  • Dar apertura a foros de discusión, informar al participante acerca de contenidos, técnicas de trabajo, marcha de sus estudios y seguimiento de las dudas y consultas planteadas.
Para llevar con éxito cada una de las tareas señaladas, como mencionamos en las primeras líneas, es importante desarrollar la habilidad de comunicación en el tutor.

Sospecho que se estarán preguntando:

¿Cuándo un Tutor será un buen comunicador?
  • Cuando tiene en claro a quién, para qué, y qué y cómo va a comunicar.
  • Se esfuerza por transmitir claramente el mensaje, utilizando un código común con los oyentes.
  • Averigua cuánto saben los participantes del tema.
  • Está atento a las reacciones que provoca (retroalimentación).
  • Es capaz de escuchar, detectar y leer analíticamente, las necesidades de los otros.
  • Procura ser objetivo en sus intervenciones.
  • Respeta las ideas de los participantes.
  • Cree en las potencialidades de los participantes.
  • Puede recibir lo que los otros pueden aportarle para su propio enriquecimiento.
  • Utiliza todo su potencial comunicacional: el humor, la espontaneidad, el vocabulario etc.
Espero que con este breve aporte, pueda favorecer sus propias tutorías o simplemente aclarar un poco en que consiste esta laboriosa y atractiva tarea.

Fuente: Juan Bevacqua Planeta Telefónica

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